Sin llegar
a este extremo del desmayo, la persona huye hacia dentro cada vez que
se desinteresa de lo exterior, cada vez que se vuelve de espaldas a lo
exterior. Éste es el caso, en general, de las personas que padecen
problemas de timidez, de sentimientos de inferioridad. Vemos cómo la
inseguridad que existía, con la tensión correspondiente, produce en la
persona un movimiento de replegamiento hacia dentro. La persona tímida
es tímida porque, en lugar de reaccionar hacia afuera, reacciona hacia
dentro. Está tenso porque está huyendo. Quiere huir, no quiere vivir la
situación. ¿Por qué? Porque se encuentra en peligro, peligro de crítica,
peligro de quedar mal, peligro de ridículo. Entonces reacciona huyendo
hacia adentro. Por eso no le salen las palabras, no le salen los
movimientos, la memoria no le funciona. Toda una serie de fenómenos que
son de inhibición, de disminución. Y eso todos lo hemos comprobado. De
aquí que es tan interesante ir tratando de aplicar todo lo que decimos a
la situación personal.
Puede
ocurrir que la reacción se produzca en la otra dirección, que, en lugar
de inhibirse, sea de excitarse. Entonces vemos este fenómeno por el cual
la persona que se encuentra en inseguridad y en tensión se enfada, se
irrita. Es otro modo de reaccionar ante el mismo tipo de problema. Un
modo de huir de la tensión es intentar descargar la protesta, la
energía, hacia afuera. Esto da un sentido de agresividad o a veces un
sentido de acción, que en definitiva es otro modo de huir del problema,
ya que es una acción por la cual uno trata de distraerse y alejarse del
conflicto que le preocupa. Muchas personas que van por el mundo
adoptando el papel de personas batalladoras, valientes, simplemente
están realizando la función de huir de su inseguridad. Están tratando de
aparecer ante sí mismos y ante los demás como personas importantes,
activas, enérgicas. Pero todo es un personaje ficticio.
¿Qué es,
pues, la timidez? Ya hemos visto como se presenta. La timidez, mirándola
ahora con más detalle, es el resultado, en primer lugar, de que la
persona ha vivido su yo-experiencia con poca intensidad. Su
yo-experiencia no se ha desarrollado de un modo muy fuerte, ni muy
amplio. Esto quiere decir que sus impulsos han quedado en gran parte
retenidos e inhibidos dentro. Sea por un exceso de autoridad en el
ambiente que le rodea, por un exceso de crítica, o por insuficiencia de
energía natural en la persona, el hecho es que unos impulsos que se han
generado, que se han producido dentro, no se han actualizado, no se han
exteriorizado. Al tener el yo-experiencia pobre, ocurre que la persona
vive de hecho poca fuerza psicológica. Su yo es débil. Pero, en cambio,
tiene dentro una gran carga de energía; ésta es la que le hace fabricar
la imagen de sí mismo como él querría ser, como él desea llegar a ser.
Y, cuando más alta es la imagen de cómo desea llegar a ser, más lejos
está de su experiencia diaria. Al ser débil su reacción ante las
situaciones, estará siempre muy por debajo de este yo-idealizado. El
resultado es que en cada momento en que está actuando se siente
fracasado, alejado de tal como él quiere llegar a ser. Y, por el miedo a
sentirse una vez más fracasado temerá cualquier situación que le
obligue a hablar, a moverse, a reaccionar, a responder. Cada vez más
tenderá a refugiarse en su fantasía, en su deseo, en lo que él llama su
mundo interior. Y, cuanto más se refugie en su mundo interior, más
aumentará su problema. O sea, que el tímido es siempre la persona que
vive un yo-experiencia débil, que no ha crecido y que, en cambio, está
teniendo una gran cantidad de impulsos, de energías de varios tipos, que
le obligan a vivir un yo-idealizado muy intenso. Entonces, se está
constantemente comparando con esto que él desearía llegar a ser, y cada
vez se siente más lejos de ello. Cada experiencia es una experiencia
frustrante, es una experiencia de fracaso. Cada vez se va convenciendo
más de su imposibilidad de alcanzar este ideal.
Por lo
tanto, el tímido es tímido simplemente porque se compara consigo mismo.
No es que sea tímido porque los demás sean más fuertes, lo es porque
vive por debajo, muy por debajo, de lo que él siente que debería ser.
Está representando un papel muy inferior al que siente, al que necesita
hacer. Por tanto, todo el problema del tímido está en sí mismo. El
tímido no es tímido porque la otra persona esté más segura que él; eso
es lo que le parece al tímido. Lo que ocurre es que, cuando está con las
otras personas, es cuando se despierta este problema que está dentro de
él. Pero el problema, siempre, en todo momento, está en él y nada más
que en él. De ahí que sea falsa esta solución que a veces busca el
tímido consistente en buscar ambientes pobres, en buscar ambientes más
sencillos, con menos exigencia. Vemos muchas veces esto en los niños. El
niño tímido busca amistad con niños más pequeños. En las personas
mayores también ocurre igual. Personas con sentimientos de inferioridad
tratan de establecer contacto con otras que posean menos cultura, ante
las cuales pueden presumir, sentirse superiores artificialmente, o
también con personas económicamente más pobres, porque el sentirse más
fuertes económicamente tiende a compensar este sentimiento de
inferioridad.
Fuente: PsocogogiaUned.com
Gran artículo, como siempre. Estoy de acuerdo y me siento identificado en casi todo. La única parte que no comparto es la última; en la que dice que los tímidos buscan personas inferiores para poder sentirse superiores...No sé, yo nunca analizo eso ni "busco" a las personas en función de si son mejores o peores que yo. Como bien apuntan, es un problema individual; es decir, no me "hace falta" nadie para machacarme, me basto y me sobro. Somos nosotros mismos los que nos exigimos demasiado, los que nos obsesionamos con que somos menos que los demás,.... en fin, rarezas.
ResponderEliminarMuchas gracias Fati. Es un placer leer tus aportaciones y poder ampliar la visión del mundo.
Biquiños e apertas.
Gracias por tus palabras Héctor, me alegro que te haya gustado el artículo, de momento todavía no me atrevo a hacer aportaciones propias, por eso estoy incluyendo artículos que encuentro en la red y que juzgo interesantes, al menos, para gente como nosotros, que le dá mas vueltas a las cosas de las que debería...jejeje. Respecto a lo que decías de que no necesitas estar junto a gente que consideres peor para sentirte mejor, decirte que esa es tu forma de sentir, y eso dice mucho de ti y en plan bien...aunque no todos los tímidos nos comportamos de igual manera, pues hay gente que necesita relacionarse con gente que juzga inferior para sentirse más y crear ese mundo-fantasía en el que estar cómodo. Hay tantas formas de sentir la timidez, como tímidos hay en el mundo, por eso...no debemos generalizar.
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